viernes, 3 de enero de 2020

12/11/2019

Hoy he estado en 1ºA, cuyo tutor se llama Gabriel, y en 1ºB, cuyo tutor es José Ignacio. La primera mitad de la mañana he estado en una clase y la otra mitad he estado en la otra.

En 1ºA han empezado dando Lengua. El profesor ha recogido las cartillas de lectura, que es una rutina iniciada en infantil. Ponen la fecha: las decenas en rojo y las unidades en azul como es tradicional. Están sentados en forma de U y cuatro niños están sentados en el medio de la U. Tienen caras del comportamiento como en otros cursos; al terminar la semana el profesor pone en una ficha que él tiene el color de la carita en la que está cada niño al terminar la semana. Han estado viendo y escuchando un cuentacuentos a través de la pizarra digital: la mujer que salía contándole era expresiva y captaba la atención de los estudiantes; me ha llamado la atención, pues todos los niños estaban concentrados atendiendo al cuentacuentos, y mientras el profesor podía ir preparando otras actividades de la clase. Después el profesor hacía preguntas guiadas sobre el cuentacuentos para comprobar que se habían enterado y para ver cómo se expresan oralmente. También han visto algunas palabras que empezaban o que contenían la misma letra, para trabajar esa letra. Gabriel me ha contado que hace dos tipos de controles: uno avanzado, con estándares básicos, intermedios y avanzados; y otro básico, solamente con estándares básicos. Este último va dirigido a aquellos alumnos que van más flojos; se trata de un Plan de Trabajo (adaptación curricular) y el profesor tiene que informar a los padres sobre ello. Creo que es una actuación que solamente haría con aquellos alumnos que realmente veo que su progreso es significativamente menor, pues realmente no estás evaluando de la misma manera con ambos controles.

En las tres clases siguientes he estado en 1ºB. La primera ha sido Matemáticas, donde han estado dando los números del 10 al 20 de distintas formas (de dos en dos, de 20 a 10 contando al revés…). Esto es bueno para que piensen los números y no se los aprendan de carrerilla. También han dado las decenas y unidades de los números y han hecho un poco de lectura. En esta clase, cuando alguien se porta mal, se apunta su nombre en la pizarra y si su comportamiento empeora se van añadiendo rayas (una raya = 10 minutos sin recreo) hasta 3 (3 rayas = sin recreo). Cuando un niño se porta muy bien, rellena en una tabla que hay en la puerta su casilla correspondiente de ese día pintándola de amarillo fosforito; cuando un niño sabe hacer algo bien, explica algo bien o están concentrados, el profesor le da una “galletita del saber” como premio. En la lectura, cuando leen y comprenden bien, el profesor lo marca con una cruz azul en una ficha; cuando leen o comprenden mal lo leído , una cruz roja. Me dado cuenta de que en este curso hay muchos recursos motivadores y los profesores se preocupan mucho por evaluar el seguimiento diario de los estudiantes. Una limitación del aula es que cuando hacen ejercicios en la pizarra digital, si quieren escribir desde el ordenador tienen que añadir un cuadro de texto, que tapa toda la pantalla. Se da mucha importancia al cuaderno como herramienta de aprendizaje.

En Educación Física, la clase sale al patio en fila y la fila la van haciendo de uno en uno para mantener el orden. Han calentado haciendo juegos y posteriormente han trabajado la lateralidad y el equilibrio. Han corrido a paso de gigante, hormiga, canguro y caballo. Han jugado a ser camarero donde tenían que llevar una pelota en un frisbick con una mano sin que se le cayera. Finalmente han jugado a “zombie” donde los niños zombies tenían que ir pillando a otros y convertirlos en zombies. Tres niños regañaban por quien iba primero en la fila y el profesor les ha dejado los últimos. En general, los conflictos que hay suelen ser por cosas como esta.

En Inglés han dado los números del 1 al 10 y los colores; me he dado cuenta de que si intentaban decir los números al revés, se equivocaban. La profesora les ha entregado unos controles que hicieron hace poco: les ha explicado cómo funciona la nota de los controles (ha sido su primer control). En cada ejercicio pone el número del estándar que está evaluando. Por último cada niño ha estado leyendo un libro en inglés. Me he fijado que la profesora explica con mucha sensibilidad: no dice que menos de un 5 está mal sino que hay que mejorarlo. Otra curiosidad es que los niños quieren saber la nota que han sacado sus compañeros y otros muchos no quieren enseñarla; esta competitividad, en mi opinión, es un aspecto negativo causado por la nota. Quizás sería buena opción que ellos no vieran la nota sobre 10 y solo vieran si lo han hecho bien, mal o mejorable. 

Después he vuelto a 1ºA donde han dado Inglés. Han puesto la fecha y han presentado a los protagonistas del libro de texto, viendo sus parentescos. Han estado hablando y leyendo una historia, la cual también han escuchado en un listening. Han hecho ejercicios relacionados y han cantado una canción para recoger el material.

Por último, han dado Natural Science. Han estudiado las partes de la cara y los 5 sentidos, y han estado asociando cada sentido a su parte (ej.: gusto con lengua). Han escuchado una canción y han estado analizando lo que dice frase a frase para entenderla bien. Algo muy sorprendente para mí es que ha habido un niño que ha empezado a llorar porque el profesor le ha dicho que tenía mal lo que había hecho y lo tenía que borrar. Me parece increíble que desde tan pequeños asocien el error con el fracaso. 

Hoy me he enterado que en el colegio ya no dan los controles para que se los lleven a su casa porque los padres hacían fotos a los controles y se lo pasaban a otros padres del mismo curso, así que solo dan una cartilla donde aparece la nota: si quieren ver el examen tiene que concertar una reunión individual con el tutor. Esta actuación está bien pues así se garantiza que todos hagan los controles sin haberlo visto antes, que es lo justo. 

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