07/11/2019

En Lengua han estado revisando quién tiene los deberes hechos: quien no lo tenía, se bajaba "la pinza del comportamiento" una cara más abajo. Se trata de un recurso que consiste en tres caras: una feliz verde, otra con la boca recta amarilla y otra enfadada roja; en cada una hay pinzas de ropa pilladas y cada pinza es de un niño, por lo que si un niño hace algo mal, se baja su pinza a una cara peor (por ejemplo, si tiene la pinza en la cara feliz y no trae los deberes, se coloca la pinza en la cara amarilla).

He corregido dos ejercicios para toda la clase sacando a niños para que lo fueran haciendo; lo hemos hecho con el panel interactivo. En la segunda hora de Lengua han estado viendo los diptongos e hiatos y después la profesora ha hecho un dictado donde no decía ni las tildes ni los signos de exclamación e interrogación. Más tarde, tanto ella como yo, hemos estado corrigiéndolos: tenían que copiar siete veces aquellas palabras o signos que habían puesto mal. Me he dado cuenta de que muchos niños volvían a copiar las palabras con las mismas faltas debido a que no se fijaban bien en la palabra ni veían dónde habían fallado. Al final de la clase, la profesora ha dejado un rato para que leyeran un libro, ya que en teoría, cada día tienen que tener 30 minutos de lectura. Esto último se hace complicado, pues las clases son de 45 minutos y si unas de las clases del día tiene que hacer 30 minutos de lectura, no queda tiempo para lo que se vaya a dar en esa materia.

En Matemáticas he corregido un ejercicio de múltiplos y divisores. Después han hecho un ejercicio en el que tenían que darse cuenta de que 19 solo tiene dos divisores porque es primo, y después, conectándolo con el ejercicio, ha explicado los números primos y compuestos y ha mandado más ejercicios para hacer en clase. Me ha parecido muy buena idea la de enlazar el ejercicio donde se dan cuenta de que 19 solo tiene dos divisores y la explicación de los números primos y compuestos. También he estado pendiente de un niño que le están psicoanalizando porque probablemente tiene un pequeño retraso en su desarrollo, y le he estado ayudando con los ejercicios mandados.

En Science han estado dando los sistemas corporales: el digestivo, el nervioso…, utilizando muchos dibujos y fotos en la pizarra digital. Me gustaría recalcar que el profesor es muy expresivo, lo cual ayuda a captar la atención de los alumnos y a que entiendan mejor algunas cosas que él enseña gracias a su lenguaje no verbal.

Por último, han tenido Educación Física pero como su profesora no estaba, ha venido otra en sustitución. Han estado haciendo un dibujo relacionado con la actividad física, aunque algunos niños no estaban muy conformes pues querían bajar al patio del recreo. Cuando quedaban unos 20 minutos de clase, la profesora ha decidido bajar al patio con ellos y les ha dejado saltar a la comba. En esta clase había un niño que no estaba conforme y me he fijado que él solo se apartaba del resto; la profesora ha hecho el intento de juntarle con sus compañeros pero este no quería. Quizás hubiera sido buena idea hablar con él y mostrarse más sensible para averiguar qué le pasaba y ver cómo le podríamos ayudar.

Me he fijado que cuando los niños se dan cuenta de que están hablando demasiado alto, suben las manos y las agitan como el aplauso de mudos. Es una técnica que les enseñó una profesora para avisar a la clase de que hay que callarse y estar en silencio. Me parece una buena forma de que los propios niños sepan callarse, pues se avisan de forma silenciosa unos a otros evitando gritos y discusiones; cuando uno ve que otro está agitando las manos es porque hay que callarse. A parte, quería recalcar un percance que ha ocurrido en clase y me parece interesante comentarlo: hay un niño musulmán en clase y por lo visto han hablado del cerdo entre él y algunos compañeros. En su cultura el cerdo es un animal impuro y una niña ha comentado que no entendía por qué no comían cerdo. En ese momento la profesora ha intervenido diciendo que hay que respetar tanto a quienes comen cerdo como a quienes no, pues cada uno tiene su cultura y su forma de vida. Este tipo de intervenciones creo que son necesarias y muy oportunas, pues es un buen momento para que los niños se den cuenta de que hay diferentes formas de vivir y de pensar, y en cada cultura y religión hay una. Me ha parecido una intervención muy positiva por parte de la profesora.